Permeteu-me que us comparteixi el testimoni que la Germana Inmaculada Nache va fer en la darrera pregària dirigida pel grup de Almas Pequeñas de la Parròquia de Sant Cristòfor, aprofitant la seva estada entre nosaltres, visitant a la seva família de sang, testimoni que s’adiu amb el que ens proposa l’Evangeli d’aquest diumenge, i que li agraïm molt sincerament:
“Soy religiosa de los Sagrados Corazones de Jesús y María (SS.CC). Llevo en Paraguay 48 años. Llegué en el 1970.
Pocos habitantes, la gente muy buena. Siempre te dicen lo que te va a gustar. El papa Francisco valora mucho a la mujer paraguaya, dice que las mujeres paraguayas son muy valientes.
Llegamos las religiosas a un pueblo que se llama Presidente Franco. Pocas familias, sin luz, sin agua, sin caminos, todo de tierra, muchas lluvias, llovía mucho en esos tiempos.
Nos encontramos con mucha pobreza. Estamos situados en las fronteras, Paraguay-Brasil, divididas por el rio Paraná, que baja de las cataratas de Foz de Iguazú.
Los primeros años para nosotras siempre son difíciles. Trabajé en la catequesis y en la promoción de la mujer, también en la misión indígena, con los indios Ache, los Guaranís.
A los comienzos trabajamos en el dispensario Parroquial, con los labios leporinos (fisura labial, defecto congénito que consiste en una hendidura o separación en el labio superior). Se operaron unos 500 niños. Las hermanas preparamos con los Doctores, cada dos meses a 7 o 8 niños y quedaron todos muy bien.
También nos metimos a defender las tierras de los campesinos y al final, después de mucha lucha y oración, lo conseguimos. No fue fácil, ya que estábamos en un dictadura y casi le costó la vida a un sacerdote de los SS.CC. Luchamos todos juntos, religiosas, sacerdotes y laicos. También estuvimos en las inundaciones. La Parroquia se preocupó de buscar un terreno para hacer las casitas de madera, de buscarles alimentos. El párroco encontró un terreno con maíz y mandioca. Algunas familias se comieron el maíz y a mandioca y se marcharon a otro lugar. Otras se quedaron y ahora hay un barrio.
Después de casi 50 años, las cosas han cambiado, es un pueblo grande con 3 o 4 parroquias bien formadas. Donde estoy yo en estos momentos, la parroquia está bien formada, hay grupos de matrimonios, movimiento familiar cristiano, carismáticos, comunidades de base, Legión de María, Almas pequeñas, Ministros de la Eucaristía, celebradores de la Palabra, servidores, coros, Catequistas, grupo de monaguillos, pastoral vocacional que la dirigen las religiosas y los sacerdotes. En estos momentos son las cosas más difíciles, hay droga. Tenemos un colegio de 1600 alumnos con un grupo pastoral. Queremos educar en valores, los alumnos salen a las periferias para ayudas a niños de bajos recursos”.
Hna. Inmaculada que el Senyor et beneeixi!!!
Mn. Joan Làzaro i Padrós